Mi idea al abrir este blog, es la de compartir mis trabajos en el arte, no como una manera de exhibirme, sino como agradecimiento a la vida por los dones que me ha dado.
Soy Técnico Industrial, de profesión pero durante los últimos 29 años estuve viviendo de la elaboración de artesanías talladas en madera.
Como aficionado y enamorado de lo bello, también he pintado cuadros al óleo y hago fotografía, además escribo desde siempre, aunque en los últimos años le he dedicado con un poco mas de tiempo, el resultado es que tengo unos cuantos trabajos publicados hasta ahora. El acontecimiento culminante fue que el Gobierno de mi provincia, San Luis, me ha distinguido publicándome un libro de relatos, “ Anillos de Humo”, en razón de haber recibido una Mención Especial en un Concurso Nacional.
En este blog, voy a ir poniendo a consideración del mundo, mis cuentos, poesías, fotografías, (sobre todo de mi querida Provincia de San Luis, mi tierra de adopción, lugar donde nacieron mis hijos y también mis nietos) y fotografias de algunos cuadros y esculturas. Gracias, bienvenidos a mi casa virtual.


Roberto Enrique Sabbatini

lunes, 31 de diciembre de 2012

El Arbolito

                                                        
                 

Algo sobrenatural me estaba ocurriendo. Si decía o pensaba en alguna cosa se me presentaba  de tal forma, que si pensaba mucho en una taza podía servirme un té en ella. De esta forma palabra y pensamiento se corporizaban inmediatamente.

En mi barrio, como en todos lados hay malos vecinos que tiran sus basuras en el baldío al lado de mi casa. Las moscas y otros bichos me tenían harto y me puse

a pensar que una planta carnívora sería útil.

En la cocina había una maceta en la que tuve un “Ficus” que se secó y siempre estuve por reemplazar pero nunca lo hice. Imaginé la plantita carnívora en esa maceta, Como nunca había visto una de esas plantas, la imaginé como un arbolito pequeño y con los extremos de sus ramas equipadas con algún elemento para cazar las moscas.

 La idea me estuvo dando vueltas un rato, finalmente me fui a dormir.

A la mañana cuando fui a la cocina a desayunar, vi con grata sorpresa en la maceta, una planta como de medio metro de alto con un tallo central, del que se abrían varias ramas casi verticales que remataban en una especie de flor semi cerrada en su extremo.

Mientras desayunaba vi como una mosca que pasó cerca fue atrapada por una de esas pseudoflores.

Mientras desayunaba vi como una mosca que pasó cerca fue atrapada por una de esas pseudoflores.

-¡Que bárbaro!- me dije y mirando el techo lleno de mosquitos y algunas arañas, pensé – Si la planta llegara hasta el techo….

Terminé de desayunar y me fui a trabajar. Al volver a la noche comprobé admirado que mi deseo se había concretado y la plantita ya alcanzaba el techo. Ahora sí parecía un arbolito.

Mientras cenaba me entretuve mirando con que habilidad, mi planta cazaba moscas, mosquitos y hasta pequeñas mariposas nocturnas.

Los días fueron pasando y mi arbolito cazamoscas no siguió creciendo pero si engordando.

Me di cuenta que cada vez había mas insectos en mi cocina por lo que deduje que la planta los estaba atrayendo de alguna forma. Días más tarde pude comprobar la teoría pues comencé a oler algo desagradable.

Con el correr de los días la planta fue engordando su tallo que ya tomaba la apariencia panzona de un palo borracho mientras miles de moscas, mosquitos, cucarachas, hormigas y arañas se movían por su grueso tronco y las ramas-tentáculos, que eran muy flexibles se encargaban de tragarlos mediante esa mano-flor que tenían en sus extremos, como si fuese una aspiradora.

Con el paso de las semanas la situación se fue tornando inquietante debido al constante aumento de grosor del tronco y del flujo de insectos.

Decidí cerrar las ventanas de la cocina para que estos no entren pero un día al regresar a casa me encontré que la planta había presionado contra los vidrios rompiéndolos y por los espacios libres entraba un torrente de bichos y hasta algunos ratones y lagartijas que la planta devoraba con fruición.

Pensé que debía matarla de alguna forma. Una tarde conseguí un hacha prestada y me dispuse a cortarla pero ni bien levanté la herramienta para descargar un golpe todas sus ramas-tentáculos se me vinieron encima, amenazadoras. Pude huir, por poco.

Cuando la planta se calmó saqué de mi cocina todo cuanto pude y clausuré la puerta de entrada.

No sabía como manejarme con aquel monstruo. Deforme palo borracho, gigantesco baobab carnívoro e inteligente dentro de mi casa.

Decidí guardar el hecho en secreto y me puse a desear que desapareciera, de la misma forma que lo había creado pero sin resultado. El monstruo era cada vez mas grande y voraz., hasta algunos gatos del vecindario fueron a parar a su descomunal barriga.

Durante un tiempo me arreglé en el resto de la casa. Esto era muy complicado y molesto, no podía dormir tranquilo.

No se podía soportar el ruido que hacía al aspirar y triturar tanto bicho por sus       flores-trampa, ni sus eructos, ni el olor de sus flatulencias que se dispersaba por toda la casa, pese a estar la cocina cerrada.

Una noche al acostarme vi horrorizado que la pared divisoria entre la cocina y el dormitorio, se  rajó y el  grueso tronco-abdomen entró al dormitorio, de la misma forma que sus ramas-tentáculos habían destrozado las ventanas de la cocina para salir al exterior a cazar perros y gatos.

Tuve que tomar una decisión seria ante esta incontrolable situación,  tomé mis cosas y abandoné aquella casa para siempre.

 

Roberto Enrique Sabbatini


                                                                                       Publicado en : Cantares de la Incordura
                                                                                                                                 Editorial Dunken
                                                                                                                                 Buenos Aires 2009
Queridos Amigos, lectores y seguidores de este blog, les deseo a todos un 2013 próspero y positivo en todos los sentidos y que el amor tenga preponderancia en todo lo que hagan y piensen.


                                                                  Roberto Enrique Sabbatini

jueves, 27 de diciembre de 2012

Circular


       

 

Todo era circular
                                                A la tarde, recordaba la mañana.
                                                La tarde a la noche,
                                                la noche por la mañana.
                                                Eternamente circular,
                                                Tediosamente,
                                                monótonamente circular.

Sucesión de horas, días, meses…
                                                años

Lento transcurrir
                                                de una vida calmada.
                                                Sin apuros.
                                                Paladeando
                                                esos mínimos instantes,
                                                ya vividos,
                                                con parsimonioso deleite.

Sencillo goce,
                                                pausado disfrute de circunstancias.
                                                casi siempre poco gratas.
                                                Así,
                                                circular fue su vida.

                                               Y ahora ya viejo
                                                circular es también
                                                su ausencia.

 

    

                                                                                            Publicado en :
                                                                                "Letras Argentinas de Hoy"
                                                                                                            Antologia
                                                                                               Edit de los Cuatro Vientos
                                                                                                           Bs As 2008

                  



                                                                                                       

domingo, 23 de diciembre de 2012

El Agujerito





     Tomás era loco manso, hacía meses que estaba internado en ese sanatorio.
  Pasaba todo el día con la mirada perdida y no hablaba con los otros internos, compañeros de sala.
     Un día su comportamiento cambió por completo. Descubrió un agujerito, en el zócalo de la pared, justo frente a su cama y comenzó a tener alucinaciones.
     A partir de entonces, se quedaba todo el día con la espalda pegada a la pared opuesta a la del agujero, la vista clavada en él, lleno de temor. Hasta dijo que por allí  iban a venir a buscarlo.
     Aquella tarde de invierno, Tomás lanzó un terrible alarido que llenó de espanto a los otros internos, que se fueron acercando entre la curiosidad y el miedo a ver aquello que él señalaba con fuertes gritos.
     Por el pequeño agujero estaba entrando una llamita, que fue creciendo y creciendo.
     El griterío de los internados al ver esto, llamó la atención del personal del sanatorio que corrió a la sala pero no pudieron entrar, porque el tropel de los locos huyendo, los llevó por delante. Solo Tomás permanecía dentro, estaba clavado a la pared por el terror.
     La llama era algo etéreo, transparente, de color rosa con reflejos verdes y azulados, que creció agitándose hasta llenar toda la habitación. Y no era fuego, porque nada ardió a su paso implacable.
     Llegó mas personal ahora con matafuegos que fueron innecesarios  pues la llama desapareció tal como había aparecido, junto con Tomas y el agujerito de la pared.


                                                                                                                                Publicado por
                                                                                                                                                                       Editorial Dunken
                                                                                                                                                                        Bs. As. - mayo 2008
                                                                                                                                                     

                        
                                                                                                                                                 
Grutas cercanas a Concaran

Abierto, cerrado


    Abierto, cerrado

 
Abierto como el cielo,
                                 Como una puerta.
                                 Como tu boca,
                                 cuando vas a besar.
                                 Abierto como el Océano infinito.
                                 Como una historia que comienza.
                                 Así están mis brazos

 

Cerrado como un ataúd.
                                 Como un libro que no he de leer.
                                 Como una vieja herida.
                                 Cerrado como un puente roto
                                 Como un caso juzgado.
                                 Así está mi pasado

 Publicado por .
Editorial Dunken
Bs As - 2009

 

                   
Panorámica del Rio Volcán- S. Luis

Hace solo un instante


                                                      Hace solo un instante

 

 

       Al llegar a mi casa me vi salir. Intrigado, decidí seguirme.

       Yo caminaba muy alegre y con paso seguro. Me seguí con sigilo, pero era obvio que no me veía.  Caminaba por la vereda silbando, doblé en la esquina,  me vi saludar a un vecino, allí comencé a preocuparme.

      Me vi caminando por la vereda, luego cruzando la calle, yo ya sabía lo que estaría pasando.

      En el kiosco compré un atado de cigarrillos, sonreí al saludar a la vendedora, una chica muy simpática. Vi que caminaba por esa calle y mi alarma iba creciendo con cada paso que yo daba.

      Al llegar a la esquina de la remisería y doblar por la calle lateral, quise avisarme. Me alcancé y comencé a tironearme del saco, cada vez con mas desesperación.

      Mi espanto crecía en la  medida que nos acercábamos al edificio de tantos balcones. Mis avisos eran infructuosos, yo no me oía, ni veía

      De pronto aquel torpe niño empujó esa maceta, que cayó justo en el centro de mi cabeza, tal como hacia solo unos minutos  me había ocurrido.
 
 
                                                                                                              Publicado por
                                                                                                     El Diario de la República
                                                                          San Luis- 13 de Junio de 2011

Balcón del Municipio de S. Luis

sábado, 22 de diciembre de 2012

Polvo y nada

Un poema mio



                                           

                                            Polvo y nada

 

 Somos polvo y nada
                                           Polvo que el viento lleva.
                                           Nada y polvo.

Todo cuanto hacemos
no es más que viento.

                                          Y somos polvo en el viento.

Quizás alguna vez 
                                          se apaguen todos los fuegos
                                          y no quede  ni polvo, ni viento.
                                          Entonces,
                                          solo quedará la nada.
                                          Solo quedará la idea.
                                          Y no habrá sido vano,
                                          lo hecho.

Continuar la idea
                                          será la meta.
                                          Como al comienzo,
                                          la idea modificara la nada.
                                          y el polvo,
                                          será otra vez.

El ciclo debe continuar..

viernes, 21 de diciembre de 2012

Un Poema de Juarroz


Si uno encuentra de pronto que lleva entre las manos
un ramo del color de los niños perdidos
o de los ojos de los muertos,
ya no puede seguir doblando las esquinas,
ni doliéndole como siempre a las ventanas,
ni haciendo un torniquete del pasadoentre
espirales de perrosy oraciones sin dios.
Es preciso entonces conseguir un lugar 
donde el amor y la luna
se expendan en envases separados
y la muerte baje por una ranura y no muy cara.
Y es preciso sellar bien los cabellos,
aunque no se los corte, 
para que no sigan enredando a la gente
y             convirtiéndola en árboles.
Y entonces, sobre todo,
es preciso callar
 y  devolver.